Mi amante

Mi amante

 

Mi amante me busca,

oye el rumor de mis pasos silentes, 

me alborota

con el delirio de su imaginación.


Mi amante, con su espíritu sublime, 


me ha dado más de lo que tuve  


tras su fuga primeriza,


la única vez que


nos recostamos al pie de una montaña 


con musgo y humedades titubeantes. 


Escondidas como búhos en la noche, 


las divinidades oscilan


entre la dicha y el desvanecimiento, 


como si esa misma sustancia


nos dictase la trama indisoluble: 


El jardín de las delicias.


 

 

El cajón cerrado

 

El cajón cerrado

 

 

 

Otra vez un cajón cerrado 

envuelto en una bandera. 

Otra vez sopa.

El teatro popular es una feria,

un puñado de gentes con harapos, 

llorando su destino venenoso, 

rogando por honor y por ventura, 

su bruta pertenencia

mojada de sudor y de miserias. 

Con lenguaje modesto,

el cutis arrugado,

en lágrimas estallan muchedumbres, 

aguardando piadosas,

el boom de economías fracasadas. 

Unidad de compuesta arquitectura

que el féretro masacra 

con secretos a voces,

con mentiras gentilmente ilustradas.

¿De qué tamaño es el dolor de un pueblo 

con las piernas atadas y el ánimo en el piso?

En estos tiempos incautados

por la alergia al trabajo y al esfuerzo, 

con prósperas mansiones,

lujosos edificios y alta gama 

de coches para ricos,

la tendencia es mirar cómo nos curten 

con fraudes por tevé.

La propaganda

se ha vuelto Poderosa Caballera. 

Tu amigo necesita un lavarropas.

Tu padre no ha alcanzado a pensionarse. 

Tus hijos no reclaman tu presencia

sino el móvil que adorna una vidriera. 

Y si estás en pareja te perturban:

el alquiler, la ropa, la despensa

y el diagrama del plan para los viejos, 

los pobres olvidados de esta saga.

Podrás hablar de sexo o practicarlo 

con un vecino adúltero,

seas hombre o mujer, les da lo mismo. 

Tu Libertad de herencia de motines 

por talas pornográficas

afloja y se achicharra.

El peso de una cárcel que vigila 

con grillos y grilletes 

tu optimismo,

podrás soltarlo cuando un gol de Messi, 

le permita comprar un pie de oro,

al hijo de mil putas que te engaña.


 


 

Nada ni nadie

 

Nada ni nadie

 







Un mal libro es un mal libro y chau.

No te gastes

ni le busques la quinta pata al gato.


Si bien es cierto que no podemos prejuzgar,

hay escalas de medición de la mala literatura.

Tiralas por la borda

porque de ellas está empedrado

el camino hacia el infierno.


Habiendo tantos buenos libros que leer,

perder el precioso tiempo que destinamos

a meternos en mamotretos ajenos

sin escuchar e indagar a otros

eficaces, maravillosos,

me parece lamentable.



Ahora digo... si el primer libro es el propio

(ya voy por el noveno)

y no ha tenido éxito en el sentido

en el que se aprecia en la contemporaneidad, 

-bombos y platillos,

paseo por la ruta de la fama,

tu DNI en las academias-

y a vos te satisface,

-siempre mejorable para el ojo experto- 

nada ni nadie

(un tópico divino este de "nada ni nadie")

te hará cambiar de idea

y ahí queda arrinconado para que en un futuro

de venganzas impertérritas,

lectores avezados lo lean y aprecien

su calidad y su valor poético.


Y sino, que se jodan bien jodidos

y sigan consumiendo concursos de televisión 

con preguntas más insulsas

que una ensalada de pepinos sin aceite,

preguntas que nada aportan

al conocimiento humano

de la subespecie que somos los versificadores

del siglo XXI y su vanguardia.




Índice - De dragones y miserias - tapa del libro

  Índice 7 - Como un prólogo 9 - De dragones y miserias 11- Desertores del sistema 13 - Amantes del absurdo 14 - Desvaríos a la hora del t...