Ola de mar. Hola.
Ola de mar. Hola,
Olita.
Preferiste el mar a los saludos.
Preferiste el mar a los saludos.
Resististe tormentas perfectas,
amaneceres precoces,
suelta, inviolable e indivisible.
Te gusta navegar
y al final, resultaste el tsunami arrasador.
Yo también fui un poema, una ola
suelta, inviolable e indivisible.
Te gusta navegar
y al final, resultaste el tsunami arrasador.
Yo también fui un poema, una ola
hace años,
en la inquietante sed dorada de la juventud,
en la inquietante sed dorada de la juventud,
cuando las denuncias no dolían,
los palos nos golpeaban suavemente,
los palos nos golpeaban suavemente,
y el amor propio
no tenía tu nombre grabado en las espaldas.
Cuando los sabios premonitorios
no tenía tu nombre grabado en las espaldas.
Cuando los sabios premonitorios
enseñaban que la edad no existe,
que es una camisa
que dejamos tirada en el piso
que dejamos tirada en el piso
cuando nos queda chica u holgada.
Estudié al Derecho,
y al revés,
me sumergí en los océanos
y al revés,
me sumergí en los océanos
de tus fibras rizadas y mansas,
y yo que nunca me caigo,
caí de repente,
caí de repente,
condenada a muerte
como en el verso final
de una travesía incompleta.
de una travesía incompleta.