La lluvia





La lluvia




La lluvia es una branquia del molusco.

¿Es la lluvia una branquia o es una comodidad literaria

hablar de branquias y moluscos para definir la lluvia

que cae de la rígida nube incandescente?


La lluvia se subvierte en metal metalizado.

¿Es la lluvia un metal metalizado?

¿No será esto una cacofonía temible

que riega la tensión de la humedad?


La lluvia que conspira y nos impregna

como una partícula más del cuerpo penetrado 

moja el cuerpo para embeberlo en lluvia,

ante una guarnición capaz

de ideas alocadas y obsoletas 

en la trampa del invierno,

a merced de la vuelta de timón 

que hace remolino

para huir del sol

que se enciende y se apaga 

cada vez que tu mano

roza el sexo

que es la branquia del molusco 

hundido en la llovizna ambigua

del desnudo idioma 

en el cenit de su gloria.

Sub

Sub

 

Subcomandante Marcos, el invento más infame de la prensa internacional.

 

 



Sublime. Sublimar. 

Sublímite de Lima 

Submundial de los súbditos.

Subsuelo suburbano 

en súbita subasta,

suburbial en los subtes, 

subclases de arrabal.

Subsiguientes avales, 

subsidios temporales, 

subsede de mis alas 

submarinas,

subjetivas, sublinguales, 

subnormales sin halos;

subiendo por sumontes, 

subrepticias, subrayadas; 

sub-pasiones a solas: 

subespecie animal,

subliminal subterráneo submúltiplo, 

suboficial.

Las penas son de nosotros

 

Las penas son de nosotros

 

                                      Tener éxito consiste en ser feliz (menudo aforismo)

 

 

 

¿Cómo se hace?

¿Sánchez, no te enganches?

¿Vemos, dijo Lemos?

¿A otra cosa, mariposa?

Vayamos perdiendo las esperanzas.

 

No hay que dar por el pito 

más de lo que el pito vale.

Cada día somos menos.

Menos que menos. 

Cada uno va a su bola.

Esto está lleno de gente

que no quisiéramos tener de compañía. 

Hablar delante de ellos es exponerse

al ridículo, al plagio, 

a la desesperación.

Las vaquitas son ajenas.


No debemos hacerlo, no se debe,


pero aún queda un ascua que enciende.

 

A un asombro

endiablado en la oscuridad, 

buena sombra lo cobija.

Soplar y hacer botella. 

Sola mente miente.

La necedad de ciertos intelectuales 

es penosa,

morbosamente indecorosa. 

Ahoga nuestros sentidos la injuria 

de perecer

y desaparecer.

 

La vida misma.


 


Índice - De dragones y miserias - tapa del libro

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